ARTÍCULO DE OPINIÓN - ERIKA CÉSPEDES
El desarrollo de la lectura digital viene
experimentando un crecimiento considerable donde el uso de los
dispositivos, las aplicaciones, redes vinculadas a internet ya no se refiere
únicamente a tareas sino que son parte de la vida cotidiana.
De acuerdo con las lecturas en las redes podemos
señalar que las posibilidades de lectura se han multiplicado, debemos
aprovechar todas las instancias en el hábito y la divulgación a fin
de promover las lecturas. Debemos asumir que introducen cambios que
también abarcan los escenarios de la escritura.
Encontramos diversos tipos de
redes orientadas a la lectura que brindan información al usuario
para saber de qué trata un libro, su autor y se brinda la posibilidad
de advertir el gusto de los demás lectores y así decidir por una lectura u otra
pero que también tienen sus debilidades.
Entre las redes encontramos goodreads donde se destaca
una enorme base de datos de diferente tema un diseño atractivo para el lector
pero con una gran desventaja para quien no maneja el idioma en inglés.
Lecturalia es una red de literatura en España esta red social, las
personas podrán escribir reseñas, compartir su opinión con el resto de
usuarios. Sin embargo, existe un detalle, y es que, de manera gratuita, solo se
pueden descargar libros que no posean derechos de autor, los cuales son muy
escasos. Del resto, la mayoría de los libros deben ser comprados. Quiere
leer es una comunidad más social donde se trata de comentar libros y
dar opiniones con otros usuarios. En cuanto Tu que lees presenta contenidos en
español permite añadir libros, escribir críticas, las opiniones,
comentarios y valoraciones por parte de terceros incluidas en las distintas
secciones de la web, pertenecen a su autor que libremente reflejan sus puntos
de vista.
Vemos como existe innumerables redes que permiten
hacer uso de la lectura digital ofreciendo recursos para hacer más fácil su uso
pero se debe tener en cuenta que nos siempre se coincide con los puntos de
vista de los demás usuarios y tener presente los riesgos de las redes sociales.
Es necesario construir buenas prácticas para que
realmente se lea, y que la interacción no se vuelva una dificultad
en el proceso de lectura.
Bibliografías
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